ANTIENVEJECIMIENTO

Juventud duradera: Descubre nuestro programa antienvejecimiento

La medicina convencional está enfocada al tratamiento de procesos degenerativos de larga duración, después de que se manifiestan como enfermedades clínicamente avanzadas. Es decir, se llega tarde y mal al tratamiento en vez de trabajar en forma preventiva. Nuestro objetivo es prevenir, retardar y restaurar las funciones deterioradas mediante la utilización de los nuevos avances científicos.

El mantenimiento de la juventud y el alargamiento de la vida, incluyendo la idea de inmortalidad han acompañado siempre a la humanidad. Hoy en día el envejecimiento es considerado más como una «enfermedad» que como un proceso normal y natural que avanza con el tiempo.

Son numerosas las teorías que tratan de explicar las causas:

Desgaste Celular:

El uso y abuso del cuerpo y sus células genera daños bioquímicos que se traducen en cambios a nivel celular. Se calcula que en el interior del cuerpo se mueren a cada segundo unos cincuenta millones de células, reemplazadas a su vez por otras tantas. Sin embargo cuando estamos enfermos o envejecemos disminuye la calidad y cantidad de dicha sustitución y las células que reemplazan a las anteriores muchas veces son imperfectas ya que la información o molde de las nuevas células queda dañado.

Cuando uno de nuestros órganos ya sea el pulmón, hígado etc. Se daña por la acción de toxinas, infecciones, enfermedades, la nicotina o el alcohol, por mencionar algunos, nuestras células no se regeneran con la misma perfección que el modelo inicial. Este uso y abuso puede englobar todo el estrés al que sometemos a nuestro organismo determinado por la alimentación, el ejercicio físico, el estado mental y emocional, la contaminación ambiental, el estilo de vida, y los distintos padecimientos a los que nos enfrentamos a lo largo de nuestras vidas.

Reloj Biológico:

Esta teoría afirma que el proceso de envejecer está programado genéticamente de tal forma que las células tendrán un tiempo máximo de supervivencia codificado en el ADN de forma tal que cada vez que una célula se divide se generan cambios muy sutiles ocasionando que cada nueva célula nace «un poco más vieja» que su progenitora y con una reserva menor para su capacidad de reproducción.

Radicales Libres u Oxidación:

Los radicales libres se definen como biomoléculas altamente inestables de oxígeno, que poseen un electrón desapareado por lo que tienen gran tendencia a combinarse con otras moléculas y robarles un electrón completando su fórmula química.

Esto genera un enorme daño a nivel celular y esta reacción en cadena se propaga rápidamente, conociéndola como proceso de «oxidación». El organismo puede neutralizar estas moléculas gracias a substancias naturales como la vitamina C, E, y algunas enzimas y minerales que se les conoce como antioxidantes. Se ha visto que en las enfermedades degenerativas como arterosclerosis, hipertensión, infarto, insuficiencia cardiaca, osteoporosis, diabetes, Parkinson, Alzheimer, cáncer entre otras los radicales libres se encuentran elevados significativamente.

Tratamientos:

Las principales causas de enfermedad y mortalidad no surgen de la nada, son el resultado final de procesos que se desarrollan durante décadas. Sus orígenes están enmarcados al comienzo de la edad adulta (30 años). Es entonces cuando comienza a haber cambios evolutivos inducidos por errores metabólicos que originan el deterioro progresivo de un sistema, de un tejido o de un órgano.

No es concebible ante estos hechos que el envejecimiento se aborde cuando los daños son irreversibles. Es a partir de los 30 años cuando se debe intentar corregir alteraciones funcionales para evitar los daños estructurales a corto y largo plazo.

La medicina convencional está enfocada al tratamiento de procesos degenerativos de larga duración, después de que se manifiestan como enfermedades clínicamente avanzadas. Es decir se llega tarde y mal al tratamiento en vez de trabajar en forma preventiva. Nuestro objetivo es prevenir, retardar y restaurar las funciones deterioradas mediante la utilización de los nuevos avances científicos.

En el siglo XIX el promedio de vida era de 45 a 60 años. En el siglo XX las expectativas aumentaron de 55 a los 70 años promedio. Actualmente, el promedio se establece entre los 80 y 100 años de vida útil y activa, ya que en estos tiempos es posible parecer 10 o hasta 20 años más joven de la edad cronológica y contar además con gran vitalidad.

Las investigaciones en la actualidad abarcan a la biología molecular, la nutrición, radicales libres, gerontología, genética, funciones hormonales, terapias celulares, ejercicio corporal, terapias de detoxificación y tratamientos estéticos.

Nutrición:

El gran filósofo Hipócrates, padre de la medicina (460 AC) creó la frase «Que tu alimento sea tu medicina, que tu medicina sea tu alimento», la cual pretende señalar que ya desde esa época el alimento era considerado fundamental.

Existen diversos estudios sobre la influencia de la dietas en los cuales se revela que una dieta con restricción calórica de un 30% en la cantidad ingerida reduce los radicales libres y aumenta la longevidad, esta restricción debe asegurar el adecuado aporte de macro nutrientes (proteínas, grasas y carbohidratos) y micro nutrientes (vitaminas, ácidos esenciales y sustancias antioxidantes), así mismo asegurar el aporte de ácidos grasos omega 3 y 6 y evitar el exceso de grasas saturadas.

Los alimentos básicos en una dieta anti-edad son las frutas y verduras por su alto contenido en fibra, vitaminas y carbohidratos, así como el pescado por su alto contenido en omega 3 y 6.

Por supuesto, es indispensable que la persona llegue y se mantenga en su peso ideal, lo cual es fundamental en la prevención de enfermedades y también la solución a muchos padecimientos como; colesterol elevado, triglicéridos, ácido úrico, diabetes, hipertensión, problemas cardiacos, articulares, fatiga general, disminución de la líbido y potencia sexual, entre otros.

Antioxidentes:

Consiste en la administración de antioxidantes, como la vitamina C y E, betacarotenos y otros productos que ayudan a restablecer el equilibrio bioquímico y metabólico.

MEDICINA ESTÉTICA

Presupuesto según diagnóstico

Hormonal:

Se ha estudiado el papel que desempeñan las diferentes hormonas en el periodo involutivo o de envejecimiento y se ha observado que los niveles hormonales disminuyen especialmente la hormona de crecimiento, la DHEA, melatonina, tiroideas y otras perdiendo el organismo su capacidad de recuperación así como cambios a nivel físico y psíquico, todo esto después de los 30 años, pero de igual manera se observa una gran mejoría al administrar estas hormonas.

HGH:

La hormona de crecimiento llamada también hormona de la juventud, tiene como función principal la de estimular el crecimiento en la infancia y adolescencia actuando también como antioxidante y rejuvenecedora en la edad adulta, además de otros beneficios como:

Aumento de la masa muscular
Disminución de la grasa corporal
Mejora el funcionamiento cardiaco disminuyendo el riesgo cardiovascular
Aumento de la memoria, concentración, atención y capacidad de trabajo
Aumento de la masa ósea
Mejora la imagen corporal, fortifica el sistema inmunológico humectando y fortaleciendo la piel
Mejora y aumenta el sistema circulatorio
Aumenta la potencia sexual y la líbido
Mejora la visión y la audición

En general da reversa al atrofiamiento de funciones de órganos y glándulas en todo el cuerpo. Esta hormona solo se administra por inyección subcutánea.

DHEA:

Esta hormona secretada por la corteza suprarrenal, es la responsable de incrementar la transformación de los alimentos en energía, eliminando los excesos de grasa y evitando su acumulación en los tejidos y en la sangre. Estudios recientes han demostrado que al aumentar la DHEA en personas mayores, éstas son menos propensas a contraer enfermedades y muestran más energía y bienestar en general; además que reducen la tasa de mortalidad y morbilidad.

La DHEA es la pre-hormona más abundante del cuerpo, es una precursora de las hormonas testosterona, estrógenos y progesterona, es también la materia prima de los neuroesteroides, como la hormona de crecimiento y la melatonina.

La DHEA alcanza sus niveles máximos de producción entre los 25-35 años y va disminuyendo año con año. Los bajos niveles se asocian con disfunciones como fatiga crónica, depresión, osteoporosis, disminución del sistema inmunológico, diabetes, hipotiroidismo, infecciones crónicas y recurrentes. Esto hace que la DHEA se haya convertido en una de las mejores opciones de tratamiento Antienvejecimiento.

Terapia celular:

Consiste en la aplicación vía inyectable o vía oral de hidrolizados de células embrionarias que provienen de ovejas no natas. Estas sustancias reactivan, regeneran y revitalizan a las células desgastadas.

Los tratamientos celulares han probado su eficacia en miles de pacientes en el mundo. Existen hospitales en los principales países europeos que la aplican y centros de investigación científica en Suiza, Alemania, Italia, Rusia, Rumania y Australia. Solamente en Europa 16,000 médicos practican tratamientos celulares y la «sociedad internacional para tratamientos celulares» con sede en Frankfurt Alemania, agrupa más de 24,000 miembros de todo el mundo.

Cuando se extrae un tejido fetal, se obtiene un grupo de polipéptidos y sustancias biológicas especificas del órgano en cuestión, este compuesto celular al tener contacto con una célula viva de cualquier edad introduce información y órdenes para que las células nuevas se desarrollen en la dirección de una célula con características jóvenes. El trasplante de extractos celulares entre especies diferentes funciona como inductores del estimulo que aumenta el funcionamiento. Las células procedentes de los diferentes órganos actúan sobre el órgano correspondiente en el cuerpo del paciente; es decir las células del corazón sobre el corazón y las células del hígado sobre el hígado, este proceso se conoce como órgano especificidad.

La estructura bioquímica de las células animales es altamente similar a las de las células humanas.

La celuloterapia permite aportar a las células envejecidas o enfermas del organismo el material biológico idéntico al original para facilitarle su auto regeneración y reparación. La meta consiste en «prevenir, retardar y disminuir» los procesos que acompañan a algunas enfermedades, fortaleciendo los tejidos, favoreciendo la producción de nuevas células con características jóvenes y más sanas. En el organismo receptor las células implantadas serán aceptadas y reconocidas como propias, actuando con fines sustitutos y dándole la materia prima y la fuerza para recuperarse o curarse. Son totalmente inocuos, no se conocen casos de intolerancia o efectos secundarios.

Es un tratamiento médico muy seguro y eficaz que no tiene ninguna contra- indicación salvo la insuficiencia renal.

A pesar de que esta terapia lleva años realizándose en EE.UU. y Europa es poco conocida en nuestro país.

Ejercicio:

El ejercicio junto con una alimentación balanceada son los elementos más importantes para conservar y promover la salud. Existen varios beneficios que se derivan de la actividad física aunque esta se realice en forma moderada; alivia la tensión y ayuda a liberar el estrés emocional, estimula el pensamiento positivo y aumenta la autoestima, ayuda a controlar el apetito y control del peso, aumenta el tono y fuerza muscular, mejora la flexibilidad de las articulaciones, disminuye la presión arterial, reduce el colesterol, ayuda a evitar el insomnio y reduce el riesgo de diabetes.

Sin ejercicio en cambio, los músculos se vuelven flácidos, los huesos se hacen quebradizos, el impulso sexual disminuye, el músculo cardiaco se debilita entre otros.

Medicina estética:

Todos los tratamientos anteriores mejoran notablemente el estado general del paciente a nivel salud y con la medicina estética logramos un rejuvenecimiento integral al utilizar la gran cantidad de opciones para cada caso que nos ayudarán a rejuvenecer; toxina botulinica, peeling, láser, thermage, materiales de relleno (bioplastía), productos cosméticos, hilos rusos, aparatología, mesoterapia, etc.

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