Las líneas de expresión que se ocasionan por la contracción de los músculos de la cara cuando nos enojamos, reímos o nos emocionamos, día a día se hacen más profundas formando las indeseables arrugas en la frente, entrecejo, cuello y las temidas “patas de gallo”.
Ahora gracias a Botox® no tienes porque continuar mostrando esas arrugas ya que pueden ser dramáticamente suavizadas, logrando así una apariencia más joven y bella.
Botox® actúa bloqueando los impulsos desde la fibra nerviosa al músculo relajándolo y evitando su contracción. Es un tratamiento simple y seguro. Se aplica en consultorio en cuestión de minutos y los resultados se ven aproximadamente en 72 hrs y duran de 3-6 meses por lo que lo ideal será inyectarse 2-3 veces al año.
Botox® tiene otra indicación muy importante aparte de las arrugas, es la hiperhidrosis o sudoración excesiva. Botox® actúa impidiendo la liberación temporal de aceticolina que es la sustancia necesaria para la estimulación de la glándula liberadora del sudor y como consecuencia se inhibe la producción excesiva de éste.
La disminución del sudor varía desde 4-10-12 meses dependiendo de la respuesta individual, se calcula que el 92% de los pacientes tratados con Botox están satisfechos con el resultado.