La Transferencia Plaquetaria Autóloga básicamente introduce una gran cantidad de factores de crecimiento en las áreas que queremos mejorar. El colágeno y la elastina se producen en mayor cantidad y su calidad mejora, haciendo que la piel se vea mucho más sana y joven.
Con el paso de los años, la piel del rostro inevitablemente va perdiendo elasticidad y firmeza. Factores tales como la alimentación, los cambios hormonales y la exposición a la luz solar, hacen que tarde o temprano aparezcan arrugas y líneas de expresión.
Alrededor de los 20 años, comienzan a disminuir los factores de crecimiento epitelial (de la piel) y con ellos la cantidad de colágeno y elastina que producen las células de la piel. Es entonces cuando inicia el proceso de envejecimiento.
Se extrae una muestra de sangre (12 ml aproximadamente) para posteriormente centrifugarla a 3 mil revoluciones por minuto durante 3 minutos. Al separarse los componentes de la sangre, se obtiene un plasma rico en factores de crecimiento y a estos se les somete a un tratamiento especial a base de citrato de sodio para que se encuentren en óptimas condiciones. Los factores de crecimiento se inyectan en el área deseada, mediante una técnica de mesoterapia. Posteriormente se realiza en el área tratada una sesión con el equipo de regeneración celular (Indiba), misma que se repetirá los tres días siguientes. El peligro de efectos secundarios es nulo, puesto que no se usan sustancias sintéticas o de relleno. Asimismo, todo el procedimiento es realizado frente al paciente con material nuevo y desechable. La sangre se manipula en el mismo sitio nunca está fuera de su vista.
En este caso, son los encargados de ordenar la producción de colágeno y elastina. Con el paso de los años, estos factores de crecimiento van disminuyendo y por lo tanto, la piel va perdiendo vitalidad, se hace más delgada y comienzan a aparecer las arrugas.
A partir de los 20 años, para pacientes que quieran combatir:
Desde la primera sesión la piel se ve diferente, aunque se comienzan a ver resultados importantes a partir de la cuarta sesión. Los resultados duran aproximadamente un año y medio y se pueden hacer terapias de mantenimiento de dos sesiones cada seis meses.